Durante décadas, la psiquiatría ha contado con escalas clínicas validadas —como el PHQ-9, el GAD-7, la HAM-D o la PANSS— que han sido fundamentales para medir la severidad de los síntomas. Sin embargo, todas estas herramientas comparten una limitación esencial: describen el qué (la intensidad del malestar), pero no nos dicen el por qué. No revelan qué circuitos neuroquímicos están detrás de los síntomas ni ofrecen una guía clara para seleccionar el tratamiento más adecuado desde el inicio.
El DNP-21 (Dominant Neurochemical Profile – 21 Questions) representa un cambio de paradigma. Con tan solo 21 preguntas, este cuestionario permite identificar el perfil neuroquímico predominante de un paciente —ya sea serotonina, dopamina, noradrenalina, GABA, glutamato, acetilcolina, entre otros— y traducir los síntomas en un mapa biológico clínicamente útil.
El DNP-21 no busca reemplazar las escalas tradicionales, sino complementarlas, añadiendo la dimensión que falta: el vínculo entre síntomas y neuroquímica. En este sentido, constituye una herramienta innovadora que puede transformar la manera en que comprendemos, diagnosticamos y tratamos los trastornos psiquiátricos.
En pocas palabras: lo que antes era invisible —el motor neuroquímico detrás de los síntomas— ahora puede ser explorado en minutos con el DNP-21.
Cada patología funciona diferente. Conocer como funciona cada una de esta es crucial para su diagnóstico y posterior tratamiento