DNP-21

🔬 Trastornos Alimentarios y DNP-21: de la conducta al perfil neuroquímico

Los trastornos alimentarios (anorexia nerviosa, bulimia nerviosa, trastorno por atracones) representan una interacción compleja entre síntomas conductuales, emocionales y neurobiológicos. Para su evaluación, se han desarrollado escalas centradas en conductas y cogniciones, pero todas comparten un vacío: no señalan la base neuroquímica que sostiene esos síntomas.

📊 Herramientas tradicionales

  • EDE (Eating Disorder Examination)
  • Entrevista clínica estructurada, estándar de oro en investigación.
  • Ventaja:detallada y completa.
  • Limitación:extensa, poco práctica en la clínica diaria, no explica la biología.
    • EDE-Q (Eating Disorder Examination Questionnaire)
  • Versión autoinformada del EDE.
  • Ventaja:más rápida, aplicable en poblaciones amplias.
  • Limitación:subjetiva, sin orientación terapéutica neurobiológica.
    • EDI (Eating Disorder Inventory)
  • Explora síntomas y rasgos psicológicos asociados (perfeccionismo, inseguridad).
  • Ventaja:útil para entender la dimensión psicológica.
  • Limitación:no conecta con sistemas de neurotransmisores.
    • SCOFF
  • 5 preguntas rápidas de cribado.
  • Ventaja:breve y útil para tamizaje inicial.
  • Limitación:baja especificidad, no predictivo.

Estas escalas responden a:
“¿Qué conductas alimentarias alteradas tiene este paciente?”
Pero no a:
“¿Qué neurotransmisor está detrás de estas conductas y cómo puedo modularlo?”

🧠 Lo que introduce el DNP-21 (TCA)

El DNP-21 ofrece una capa inédita al traducir los síntomas alimentarios en un perfil neuroquímico dominante:

  • Serotonina:restricción, obsesividad, ansiedad alrededor de la comida.
  • Dopamina:atracones, búsqueda de recompensa alimentaria.
  • Noradrenalina:control rígido, hipervigilancia sobre el peso.
  • GABA/glutamato:impulsividad, dificultad en el control inhibitorio.

Esto permite correlacionar el perfil con estrategias terapéuticas más específicas:

  • Serotoninérgicos → ISRS para bulimia o atracones con comorbilidad ansiosa.
  • Dopaminérgicos → moduladores dopaminérgicos para atracones compulsivos.
  • Noradrenérgicos → atomoxetina en TCA con TDAH comórbido.
  • GABAérgicos → ansiolíticos o terapias que modulen hiperactivación.

📚 Valor agregado frente a las escalas clásicas

  • Pros de las escalas actuales:permiten caracterizar conductas y cogniciones en detalle, útiles para diagnóstico y seguimiento.
  • Contras:no ofrecen información biológica, no predicen respuesta farmacológica.
  • Lo que aporta el DNP-21:un mapa neuroquímico clínico, que puede guiar hacia un tratamiento más personalizado y servir de base para investigación traslacional.

🌟 Didáctico y motivador

Podemos verlo como una cocina:

  • El EDE/EDE-Qson el recetario, que lista cada ingrediente (conductas y síntomas).
  • El EDIes el libro de psicología del chef, que explica el estilo y personalidad del cocinero (rasgos).
  • El DNP-21es el análisis químico del plato terminado: revela qué moléculas (neurotransmisores) están dominando el sabor, y qué condimento terapéutico falta para equilibrar la receta.

✅ Conclusión:
El DNP-21 transforma la visión de los TCA al pasar de una evaluación puramente conductual a un modelo neuroquímico integrado. La pregunta clínica evoluciona de:

  • “¿Qué conductas alimentarias alteradas presenta este paciente?”
  • A: “¿Qué neurotransmisor domina su cuadro y qué intervención terapéutica puede restaurar el equilibrio?”

Así, el DNP-21 se convierte en un instrumento innovador y pionero, con potencial para abrir la puerta a una psiquiatría de precisión en los trastornos alimentarios.